lunes, 26 de diciembre de 2016

LETARGO O CAOS


Es el letargo del desamor
Impropio de corazones ardientes
De espíritus libres
De mentes lúcidas
De cuerpos sedientos,
No hay en el letargo del desamor
lugar a improvisaciones
Ni asombros,
El tiempo es metódico
No hay espacio para el azar
Es como ese caminar sin pretextos para extravíos
Como ese ir por la vida sin equívocos.
No se tolera la anarquía ni la entelequia,
Orden perpetuo
Donde las rutinas escrupulosas
Se suceden sin contratiempos
El paseo matutino por el bulevar,
La cena a las seis,  
Las luces que se apagan
Antes de las doce campanadas en la plaza central,
Toda una sincronía
Que asfixia los sentidos
Abruma las noches, los días
Y roba los sueños.

Vuelve amor con tus espinas,
Con la turbulencia de los primeros besos,
Vuelve con la osadía de la caricia inventada
Con la palabra ardorosa
El gemido sempiterno,
Vuelve con la desnudez plena
Con el puñal y tu caos.

Ven amor, toca a mi puerta
Arremete ahora, 
Desbócate en mí.

MÁSCARAS


Las horas acuden puntuales con su singular antifaz.
Saluda el día con un mohín el figurín,
En el cenit le afloran las buenas maneras,
La corbata anudada le impone prestancia al disfraz,
-Un   petimetre no soslaya el  pedigrí-
Degusta las viandas sin caer en el pecado; aún.
Entrada la tarde las acciones de la bolsa
No han sufrido ningún revés,
El ejecutivo lo celebra con solapado interés.
La luna solitaria custodia las suntuosas vitrinas
Donde se subastan somnolientos querubines
Y se patentan salvoconductos rosa.
Se estrangula la noche benévola con el desliz,
Es la hora en que cae la máscara del dandi,
Es el tiempo del soñado arlequín.
Los óleos advierten el goce cetrino del infeliz
Y en el rostro del impúber
Asoma avasallada su candidez.





lunes, 14 de noviembre de 2016

OTOÑO




Hoy quiero que tus besos rojos retornen

Como cuando eran tiernos los labios

Y se mordían desde el anochecer

Hasta el alba

Suspendidos en tu selva

O en tu espalda

Y era abundante el almibar

Y era puro el aliento

Y bullían los volcanes

El tuyo siempre ligero

El mío entre el corazón y tu asta

 

Hoy busco tus caricias 

Pérdidas en un desván

¿Dónde han volado?

¿Quién el curso les ha cambiado?

Pronto que el lecho se marchita

Y esquiva tu mirada se torna   

Las quiero como antaño             

Atrevidas en mi pecho

Dulces en la entrepierna

Y profundas en mi alma

Como cuando explorabas la tierra

Y un manantial brotaba

De arrullos y palabras

Las tuyas de promesas sin mañana

Las mías con un te quiero bastaba.

  

¿Dónde el beso, dónde la caricia?

Ya el silencio se instaló en la ventana

Ahora tus ojos no hablan

Las luces se encienden en casa

Un libro no es excusa

Ni es cuestión timorata

Es que el otoño se nos vino encima

Y la noche nos arrebató la esperanza



viernes, 4 de noviembre de 2016

EVOCACIONES




Cabalgo entre los abismos de tu carne
Y un galope solitario de caricias
Rompe mis silencios
Mis años de hastío
Un beso nace y muere en mi boca
Y es lozana la niña.

Qué cabalgar,
Ahora deambulo
Me pierdo en empinadas cuestas
Navego en aguas turbulentas
Son tus ojos ciegos
Son inertes tus brazos
Es tu voz susurro incomprensible
Y es virgen la niña.

No es el Olimpo un espejismo,
Se enhiesta el hombre
Y en el Olimpo el barro fresco corre por las venas
Como río frenético se desboca
Arrastra recuerdos y también melancolía
Y ha de volver del infinito
Más triste y más sombrío
La mujer de sus ensueños
Es ajena y aún cría.



ALBEDRÍO

Para que las espinas no ardan en tu pecho
Ni laceren tus senos en capullo
Y tu ser de gaviota domine los confines,

Para que el frío no abrace tus recuerdos
Ni te agobie en solitarias madrugadas
Y tu mirada abrigue siempre la esperanza,

Para que tus pasos no tropiecen
Ni la espesura te aleje de la senda
Y en firmes rocas tus huellas se dibujen,

Para que no aflore el llanto
Ni la voraz pesadumbre se adueñe de tus días
Y una mañana de tus entrañas brote pródiga la vida,

Para que la espada no traspase tu alegría
Ni se calcine tu franca  rebeldía
Y tejas con tesón los sueños rotos.

Que no diera yo por abrigar tus penas, porque rías.

Acaso temprano
Convertida ya en aventurera
Ajena a consejos y diatribas
Te haces dueña de dolores y agonías
Recia niña mía.



jueves, 29 de septiembre de 2016

FUEGO CRUZADO

Partió Simón
Cuando el sol despuntó.
Se colgó un escapulario entre sus ropas,
Dos naranjas para la sed
Y el corazón a flor de piel.
Se fue al trote
Bordeando riscos,
Apuró el paso
Y una guabina tarareó.
Olía a verde
A guayabas picoteadas
A barro fresco,
Respiraba a pleno pulmón
Bocanadas de aire limpio,
Suspiros de la montaña que lo acogió.
El firmamento presagió tormenta
Y Simón alzó agradecido el rostro dócil,
Sus huesos empapados
No detuvieron la marcha,
Siguió entonando bajito
Las picarescas de su región.
Oteó el cerro, 
La ilusión de la escuela
Pronto se enturbió,
No olisqueó el peligro en ciernes
Faltaba poco
Cuando la bala le dio.
Entre fuego cruzado cayó Simón,
Ni el escapulario lo protegió
Del proyectil en el corazón.






martes, 19 de julio de 2016

DECREPITUD



A los veinte
se recomponen los huesos
como de los cataclismos del amor
las venas rotas,
el vaso espumoso discurre
entre las pírricas victorias y
la desnudez plena,
igual se le hace piruetas al destino
o se apuesta a la ruleta
porque el miedo es de porcelana
y la muerte es solo una escaramuza,
y es que el tiempo no pesa ni duele
aunque plagado esté de feroces cicatrices.


A lo lejos alguien teje recuerdos para la vejez,
los periódicos anuncian el escándalo de turno
mientras las manecillas del reloj
giran sin norte ni sur dando tumbos
señalando que el día se esfumó 
que la noche asoma presta.
Es la decrepitud
que nos ha tomado por sorpresa.


viernes, 1 de julio de 2016

INOCENCIA ( Poema)


Acaso me digo para mitigar la pena,

¿Fueron sus pasos inciertos

O el garbo del acento pausado sin afanes

Y las frases libres sin atenuantes?

Tal vez, insistí en preguntarme,

¿Fue el molde recio de la espalda,

O el pecho curtido?

Quizá fueron las manos experimentadas que acariciaban mis rizos

Señalé ya, cuando mis honduras se estremecían

Y entre redobles de campanas

El ilustre veterano

La niñez me arrebataba.



Qué razones no arrastré para invocar el duelo;

Más hurgando en el abismo de su boca añeja

No encontré confabulación ni pecado

Mucho menos asechanzas,

Solo mi inocencia agazapada

Entre un par de huesos nuevos,

Las mejillas arreboladas

En el tiempo propicio

Y mis frágiles entrañas que han sido desgajadas.





domingo, 19 de junio de 2016

INVENTARIO ( Poesía)

Tengo un diccionario anónimo
donde  el significado de libertad
es un extranjerismo confuso.  
   
un reloj suizo
para las horas muertas de tedio 
entre poesía, humo y sorbos de vino,

y un viejo maletín con libros de bolsillo
que solía alquilar a la entrada del teatro
siendo apenas un niño,

ostento más con pesadumbre que orgullo
un apellido ilustre por el que un juez
ante los tribunales me  obligó a comparecer,

tengo una herida de amor 
que no ha querido cicatrizar
y que quema de cuando en vez,

conservo una fotografía apolillada de Muhammad Alí,  
un discurso vigente de Gaitán
y canciones inéditas de Mercedes Sosa,

además, un diploma  
colgado en la pared
que no he podido ejercer,

y un ajedrez  
con la reina decapitada
en una partida con un maestro burgués

guardo así mismo, una manta de mi madre
tejida mientras esperaba a su hijo ausente
en la soledad de su vejez

también poseo una daga
para desbrozarme del pecho las tristezas
por los sueños que no pudieron ser,

una colección de esquelas y cartas
testigos mudos de pasiones clandestinas
de tan solo ayer,

y una cafetera de hierro 
que exhala suspiros al anochecer
esperando una amante que no ha de volver.

miércoles, 11 de mayo de 2016

POSEIDÓN (Poema)


Afuera la bóveda celeste está plagada de luceros.
Detrás del dosel,
La noche es más negra y más profunda,
Más noche.
Los recuerdos aturden 
¿Son tus palabras traídas por el viento, voces que besan?
¿O son dagas mortales que se clavan en el pecho?
Descorro el velo, 
La noche continúa más impávida y sensual allá en el malecón.
Qué soy sino naufrago de una borrasca que te ancló a mi lecho,
Un puerto más en el itinerario de tus azarosas pasiones.
Un viejo lobo de mar nunca encalla,
Proclamaste diáfano a los siete mares.
Y al partir solitario entre turbulentas olas
El errabundo Poseidón
Había abierto heridas de sal en mi costado.


viernes, 22 de abril de 2016

PERIPLO (Poesía)




En las entrañas
La frágil membrana hecha filón
Se agazapa
Envuelta en ríos de amor y sangre
Sus primeros latidos
Se alzan con la fuerza de un big bang
Es el universo entero que engendra vida
Con un aleteo de mariposa
Con un germinar de bayas
Que se entrelazan y se abrazan
En una gesta propicia
Anunciada con el frenesí de mil trompetas  
Es el néctar concebido
Que lo estremece todo
Con su fragilidad de gota de rocío
En solo un segundo se vuelca en océano
Y en un periplo de lunas llenas
La masa armoniosa
Se tornará ojos boca piel
Pálpito aliento patada
Fervor alianza ilusión
Cuna abrigo biberón
Una eclosión sobrevendrá entonces
Que se nutrirá de amor y padecimiento
Conmocionará cimientos
Y una exhalación primera
Advertirá que la mujer es madre
Que sus profundidades se han levantado pródigas
La savia parida
Recién se cubrirá de llanto
Y solo se apaciguará
Con tiernos arrullos
Los ojos entornados
Los senos abundantes.

De silencio se inunda el orbe   
No hay clarines
Ni moisés  
Huecas han quedado las manos
Roto el corazón
Las caricias muertas
Como el pequeño serafín.