jueves, 29 de septiembre de 2016

FUEGO CRUZADO

Partió Simón
Cuando el sol despuntó.
Se colgó un escapulario entre sus ropas,
Dos naranjas para la sed
Y el corazón a flor de piel.
Se fue al trote
Bordeando riscos,
Apuró el paso
Y una guabina tarareó.
Olía a verde
A guayabas picoteadas
A barro fresco,
Respiraba a pleno pulmón
Bocanadas de aire limpio,
Suspiros de la montaña que lo acogió.
El firmamento presagió tormenta
Y Simón alzó agradecido el rostro dócil,
Sus huesos empapados
No detuvieron la marcha,
Siguió entonando bajito
Las picarescas de su región.
Oteó el cerro, 
La ilusión de la escuela
Pronto se enturbió,
No olisqueó el peligro en ciernes
Faltaba poco
Cuando la bala le dio.
Entre fuego cruzado cayó Simón,
Ni el escapulario lo protegió
Del proyectil en el corazón.