martes, 19 de septiembre de 2017

ERUCTO



Cae sobre mí toda la furia engendrada
En tu palabra insensata,
Palabrejas que tu boca,
Boca de metal profiere
Estocadas, 
Insultos, 
El golpe certero del reproche.

No hay en ti arrebato alguno de cordura,
Es la ira quien extiende sus alas
Y recién con sus finas garras
En mis frágiles entrañas
Un dolor agudo ha parido,
Se ha instalado inmisericorde en el alar
Crece entre las enredaderas y begonias,
Se pasea por un mojón de libros desahuciados
Y con obstinación sobrevive a la pata de mi cama anclado.

Juré responder a tus conjuros
Con una cuota de hiel
Destilar de tu mismo veneno
Y heme aquí de nuevo con la sal atragantada,
Un eructo de amor se resiste a mi desconsuelo.





RULETA

Si hundo la espada
Y asesino una sonrisa
O si apuro la hiel
Amarga de la soledad
Si rehúyo el placer
Que me daría uno solo de tus besos
Si me tumbo en el camino
Errabundo sin norte
Si grito mi desgracia
A un vecino infeliz
O me trago el dolor
Como tragando espinas
Si me niego tu amor romántico
Por el de los burdeles
Si me abandono
En oníricos desvelos
Si me causo daño
Y deambulo en un pasado gris
Si cierro los ojos
Ansioso de otra desnudez
Si te toman mis manos
Con la burda caricia
Si huyo de mí
De mis libros
Si soy estéril desierto
Si mis venas sangran tristeza
Si me pierdo en tormentosos deslices
Si me lleno de ausencias
Si reniego de mi destino
Si soy mar de dudas,
Siempre me rescatas en la aurora
Siempre te empeñas en salvarme del abismo
Siempre apuestas por mí,
Nunca dejas que me rinda.

Una noche no estarás y a la ruleta jugaré mi suerte.





PAVORES



La noche crecía con el miedo
Más oscura con cada susurro
Con cada espanto que el viento nos devolvía,
La esperábamos traviesos
Alentados por los mayores.
Era la hora de los muertos.
Se retenía el aliento,
En visiones terroríficas
Lloronas y patasolas desfilaban
Para destrozarnos el sueño
El pecho nos retumbaba
Y un hielo recorría la espalda
Hasta que la abuela
Imponía otra vez el orden
Y con su vocecita amañada
Rompía el infantil encantamiento,
Apagaba la lumbre
Y otros fantasmas
Aparecían.

Cabalgabas sobre mis años
Con un brío que no conocía
Yo te esperaba en silencio
En medio de tus apremios
Me arrullabas a escondidas
Y otros pavores encendías.