martes, 14 de mayo de 2013

DOZAVO. (Poesía)



En sus pies marchitos, los pasos doloridos de la esperanza
En sus palabras pausadas, las gargantas acalladas de un pueblo
En su mirada cansada, la profundidad de un anhelo hecho hombre
En sus ataduras de metal, el frío impasible de la perpetua agonía
En su cabello blanquecino, la sabiduría cauta del sandoneño maestro
En su estoicismo errante, la rebeldía forjada en los héroes bicentenarios
En el rostro surcado de penas, el arrojo inquebrantable de un pacto por la vida
En sus lágrimas grabadas de dolor, el amor incondicional del recio caminante
En su vasto trasegar, el reproche oportuno por el inmerecido olvido
En sus llagas inmaculadas, las heridas abiertas de un conflicto velado
En su tristeza de condenado, la espera ansiosa de una senda en la espesura

En su pecho pesaroso, la búsqueda porfiada de un abrazo eterno.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario