Sin
pausa olisqueó los caminos antaño transitados
Sin
tropezar con indicio alguno
Probó
desenterrar entre cofres y baúles tan sólo un recuerdo enmohecido
Sin hallar vestigio cierto
Le
inquirió en vano a las remotas calendas un requiebro de amor
Sin tan sólo proferir una sentencia acaso marchita
Quiso
desempolvar las sonrisas anhelantes de otros días
Sin conseguir desplegar al menos un triste rictus
Intentó
rescatar lenguajes otrora apasionados
Sin escuchar siquiera un tenue susurro
Con
acuciosa terquedad hurgó en su corazón
Sin ningún rastro ni huella de pasión
Frenético entonó rimas anónimas tempranamente apolilladas
Sin redimir un dejo de melancolía
Acechó
besos prohibidos cobijados entre sombras
Sin que su labios prodigaran un suspiro lastimero
Con
renovados bríos escudriñó la que fuera lozana geografía
Sin presentir ni la más fría lisonja
Rememoró
pasajes de épicos sueños compartidos
Sin sentir el más leve estremecimiento
¿Cómo se desentraña un amor cuando el desamor hunde sus raíces?
¿Cómo?
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