Hay veces que me siento eufórica, valiente, digna
Es cuando me asalta la solidaridad por un extraño,
Impulsada por cambiar el mundo,
Por apostarle al hermano necesitado,
Por alcanzar una patria soberana.
Hay veces que estoy hastiada,
Es cuando no me entiendo ni yo misma,
Ni entiendo la mezquindad del mundo,
Tampoco entiendo el silencio cómplice,
El ansia de poder
Y el suplicio de las ballenas encalladas.
Y hay otras veces que me invade la locura
Y es cuando más feliz soy
Porque es cuando vivo enamorada de absurdos,
Entonces huyo de la censura de todos
Y me dejo atrapar en
la pasión de tus ojos
En tus manos libidinosas,
En tus labios sedientos,
En tu voz apagada
Que grita mi nombre entre cuatro paredes.
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