La rebeldía que revelaban sus ojos noctámbulos
Que le brotaba en la voz clamando derribar
prejuicios
La encontró temprano en héroes de papel
Que tenían el rostro del padre muerto primero
Y del hermano ausente después.
La rebeldía que afloraba en sus combates
líricos
Que se dibujaba en sus facciones
altivas
La forjó en noches de insomnio
Derribando quimeras
Y atravesado por los dolores
De un amor clandestino
La rebeldía que plagaba de argumentos
Sus horas y sus días
La rebeldía que medía
Por el largo de sus trenzas
La consagró a causas perdidas,
Redimir monjes pederastras
Y salvar ballenas jorobadas
De la inexorable extinción.
¡Y juras que eso es rebeldía hermano?
La rebeldía, rebeldía, hermano,
Es esa que hunde sus raíces en surcos
abandonados
Esa que nos impulsa a luchar contra la corriente
Y ante las injusticias nos hierven las venas.
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