Corro contra el tiempo intentando extinguir tu recuerdo.
Los vientos de otra primavera se anuncian,
golpean mi rostro,
Un carretel se enreda en una nube gris
Desata una lluvia torrencial que se mete por mi ventana
Empapa mi lecho y se confunde con mi llanto quedo.
Tomo la conserva de frutas y nueces y juego con ellas
mientras me decido a consumirlas
Le suministro la dosis de Pregabalina a la abuela que llora
a los hijos ausentes
Reviso los informes que presentaré rigurosa en la sesión
siguiente
Y por más que intento, no logro sepultarte en mi memoria.
Me pierdo por los senderos del viejo vecindario extraviando el paso de los pocos caminantes,
Enjuago con jabón perfumado mis prendas íntimas
Pago unas monedas de más al portero por mis secretos
Respondo con prisa los mensajes de auxilio de mis compañeros
Saludo a mi fiel Apolo que espera dócil una caricia en su
lomo
En la avenida mientras la luz roja se enciende,
Cruzan los transeúntes ajenos a mis dolores vespertinos.
Ajenos a la lucha que libra mi corazón contra un destino de
desamores.
Acudo a técnicas de lectura rápida
Y me sumerjo en una literatura que requiere esfuerzo
A pesar de estar plagada de ficciones,
Cepillo mi cabellera frente al espejo sin reparar en que las raíces delatan abriles mustios,
Y cuando me juro en mis adentros que ya no te echaré de
menos,
Que el fuego de mi pasión se extinguió,
Tu voz vociferante de deseo retumba y me persigue,
Ronda en los amaneceres
Y amenaza con volverse mi clímax.